La energía renovable liderada por las comunidades no solo puede contribuir a descarbonizar nuestro sistema energético, sino también nuestro sistema político. Cuantas más asociaciones de vecinos, cooperativas, escuelas, instituciones religiosas, municipios y otros grupos comunitarios asuman el control del sistema energético, más reduciremos la nociva influencia de la industria de los combustibles fósiles en nuestra política. De este modo, dejaremos claro a nuestrxs políticxs que deben rendir cuentas ante lxs ciudadanxs a la hora de planificar nuestro futuro energético.

La energía solar compartida es la forma más común de generación de energía renovable liderada por las comunidades, pero este tipo de iniciativas pueden incluir también la energía eólica, geotérmica o hidroeléctrica a pequeña escala.

Beneficios medioambientales

  • Alivia las cargas medioambientales impuestas a las comunidades por la industria tradicional basada en combustibles fósiles
  • Contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y los consiguientes impactos del cambio climático
  • Incrementa la eficiencia energética y minimiza las pérdidas de electricidad causadas por la transmisión a larga distancia
  • Aumenta la sensibilización de la comunidad sobre el uso de la energía y de sus impactos localizados
  • Promueve mayores esfuerzos de conservación y un comportamiento energético más sostenible
  • Reduce los impactos de la industria de energía extractiva disminuyendo o eliminando el uso de energía procedente de combustibles fósiles.

Beneficios económicos

  • Seguridad y estabilidad de precios, ya que energías renovables como la eólica y la solar son combustibles de coste cero
  • Economía de escala: el desarrollo de energías renovables a escala comunitaria supone un costo por vatio de capacidad de potencia más bajo que las instalaciones individuales
  • Contribuye a que el dinero permanezca invertido en la economía local
  • Crea puestos de trabajo en las comunidades que acogen los proyectos
  • Añade nuevas habilidades técnicas a las competencias de base de la comunidad
  • Reduce la dependencia de la economía local de fuentes de energía sucia

Beneficios sociales

  • Ofrece a lxs miembros de la comunidad la oportunidad de asumir el control de la planificación, el desarrollo y el mantenimiento de la energía
  • Garantiza que los sistemas energéticos se diseñen para maximizar el beneficio público y comunitario
  • Mejora la resiliencia de la comunidad y le concede el control sobre su propia producción y distribución de energía
  • Incrementa la accesibilidad a la energía
  • Promueve la autodeterminación de las comunidades y permite a sus miembros defender sus propios intereses
  • Fortalece la democracia al redirigir los ingresos de las empresas de combustibles fósiles, cuyos beneficios se han usado para suprimir derechos civiles, hacia las propias comunidades.

Fuente: kit de herramientas de la NAACP: Just Energy: Reducing Pollution, Creating Jobs Toolkit